top of page

EFECTO COMPUESTO

  • Foto del escritor: Ing. Ma. Gabriela Reinoso
    Ing. Ma. Gabriela Reinoso
  • 10 ene 2020
  • 5 Min. de lectura

Había una vez una tortuga y una liebre que estaban discutiendo sobre cuál de las dos era la más rápida. Decidieron resolver la discusión con una carrera. Se pusieron de acuerdo en una ruta y comenzaron la carrera. La liebre salió disparada por delante y corrió con todas sus fuerzas durante un tiempo. Entonces, viendo que estaba mucho más delante que la tortuga, pensó sentarse bajo un árbol durante un tiempo y relajarse antes de continuar la carrera. Se sentó bajo un árbol y en seguida se quedó dormida. La tortuga pasó arrastrándose y la adelantó, y en seguida terminó la carrera, quedando como ganadora absoluta. La liebre se despertó y se dio cuenta de que había perdido la carrera.

La moraleja:

“Lento y tenaz gana la carrera. Esta es la versión de la historia con la que todos hemos crecido.”


LA HISTORIA NO TERMINA AQUÍ, hay algunas cosas más interesantes… veamos:

La liebre estaba decepcionada por perder la carrera, así que se puso a hacer una introspección. Se dio cuenta de que había perdido la carrera solamente porque se había confiado demasiado, había sido descuidada y laxa. Si no hubiera dado las cosas por hechas, no habría sido posible que la tortuga la venciera. Así que retó a la tortuga a otra carrera. La tortuga accedió. Esta vez la liebre salió y corrió sin detenerse desde el principio hasta el fin de la carrera. Ganó por varias millas.

La moraleja:

“El rápido y firme siempre vencerá al lento y tenaz. Es bueno ser lento y constante, pero es mejor ser rápido y fiable.”


LA HISTORIA NO TERMINA AQUÍ.

La tortuga se puso a pensar esta vez, y se dio cuenta de que no había forma de vencer a la liebre en una carrera del modo en que esta estaba trazada. Pensó durante un rato y después retó a la liebre a otra carrera, pero por una ruta ligeramente diferente. La liebre accedió. Salieron. Guardando el compromiso que había hecho consigo misma la liebre de ser rápida todo el tiempo, salió y corrió a toda velocidad hasta que llegó a un ancho río. La línea de meta estaba a un par de kilómetros del otro lado del río. La liebre se sentó allí pensando qué hacer. Mientras tanto, la tortuga pasó a su ritmo, se metió en el río, nadó hasta la orilla opuesta, continuó caminando y terminó la carrera.

La moraleja:

“Primero identifica tu facultad principal y después cambia el terreno de juego para que vaya bien con tu facultad”.


LA HISTORIA AÚN NO HA TERMINADO.

La liebre y la tortuga, para entonces, se habían hecho muy buenas amigas, y se pusieron a pensar juntas. Ambas se dieron cuenta de que la última carrera se podía haber corrido mucho mejor. Así que decidieron repetir la última carrera, pero correr en equipo esta vez. Salieron y esta vez la liebre llevó a cuestas a la tortuga hasta la orilla del río. Allí, la tortuga la sustituyó y nadó hasta el otro lado con la liebre a su espalda. En la orilla opuesta, la liebre cargó de nuevo a la tortuga y alcanzaron juntas la línea de meta. Ambas tuvieron un sentimiento de satisfacción mayor que el que habían sentido antes.

La moraleja:

“Es bueno ser brillante individualmente y tener facultades importantes; pero a menos que seas capaz de trabajar en un equipo y coordinar con las facultades de los demás, siempre lo harás peor de lo normal porque siempre habrá situaciones en las que tú lo harás regular y otra persona lo hará bien.


Si se percatan, ni la liebre ni la tortuga se rindieron después de los fracasos. Le liebre decidió trabajar más duro y poner más esfuerzo tras su fracaso. La tortuga cambió su estrategia porque ya estaba trabajando lo máximo que podía.


En la vida, cuando nos enfrentamos con un fracaso, tenemos varias alternativas:

  • Algunas veces es apropiado trabajar más duro y poner más esfuerzo.

  • Algunas veces es apropiado cambiar de estrategia e intentar algo diferente.

  • Y algunas veces es apropiado hacer ambas cosas.

  • Cuando dejamos de competir contra un rival y en su lugar empezamos a competir contra la situación, funcionamos mucho mejor.


Por tanto, la historia de la liebre y la tortuga nos dice:

Lo que realmente te hará ganar es que utilices el tiempo a tu favor y que apliques de manera consistente las buenas costumbres y prácticas que te van a conducir al éxito.

Pequeñas elecciones acertadas + Constancia + tiempo = diferencia radical POSITIVA


Para explicar esta ecuación, demos el siguiente ejemplo de tres amigos que toman decisiones diferentes sobre varios aspectos de sus vidas en un momento dado:

- Pedro no cambia nada y sigue con su vida y sus costumbres como hasta ahora.

- Juan decide darse un capricho a diario y consume 125 calorías adicionales cada día.

- Jaime decide no sólo ponerse en forma ingiriendo 125 calorías menos cada día, sino que decide también dedicar 30 minutos al día a formarse.


Al cabo de 10 meses no se puede apenas percibir ninguna diferencia entre los tres amigos. En cambio, al cabo de 31 meses las diferencias son notorias.

Para Pedro nada ha cambiado, Juan por su parte ha engordado 15 kgs y no está feliz en el trabajo, lo que repercute negativamente en su matrimonio, por último Jaime pesa 15 kgs menos, ha obtenido una promoción en el trabajo y mantiene una excelente relación con su mujer.

Este ejemplo ilustra no sólo el efecto compuesto, sino también el efecto dominó: nuestras elecciones en un ámbito de nuestra vida impactan significativamente sobre todos los demás.


La dificultad del efecto compuesto para muchas personas es que es necesario hacer muchos esfuerzos y de manera consistente durante un largo periodo de tiempo para poder ver resultados. Ello resulta difícil para la gran mayoría de la gente, que desea obtener resultados instantáneamente, lo denominado mentalidad de microondas.


El efecto compuesto es una realidad y está siempre en acción. Nos incumbe a nosotros mismos ponerlo en marcha y que trabaje a nuestro servicio, o de ignorarlo y sufrir las consecuencias negativas que comporta, ya que la ecuación podría ser:

Pequeñas elecciones erróneas + Constancia + tiempo = diferencia radical NEGATIVA.


La suerte no existe, la diferencia entre hacerse rico, ser feliz y tener buena salud, frente a ser pobre, estar deprimido y tener una mala salud; simplemente radica en las elecciones que hemos tomado a lo largo de toda nuestra vida.

Con este contexto la ecuación de la suerte es la siguiente:

Suerte = Preparación (desarrollo personal)

+ Actitud (creencias)

+ Oportunidad (una cosa positiva que está en nuestro camino)

+ Acción (saber aprovechar la oportunidad)

Una vez que conocemos la fórmula de la suerte y, por lo tanto, del éxito, podemos escoger un aspecto de nuestra vida que deseamos cambiar.


Al utilizar este sistema de anotación, somos conscientes de las pequeñas cosas positivas que realizamos para lograr nuestro objetivo, así como aquellas que nos alejan de él. Ello nos permite auto-corregirnos y, si lo hacemos de manera consistente, a largo plazo obtendremos resultados extraordinarios.

Si queremos obtener los resultados del efecto compuesto, hay que empezar inmediatamente a implementar dichas pequeñas acciones, ya que el primer paso es siempre el más difícil.


Por último les recomiendo una lectura óptima y necesaria para nuestra vida; como es el libro de «El Efecto Compuesto», de Darren Hardy; se trata de un libro sobre el impacto que nuestras decisiones cotidianas tienen sobre nuestro futuro, tanto en el ámbito de las finanzas personales (incluídas las inversiones), como en cualquier otro ámbito de nuestras vidas. Es un excelente libro para las personas que quieran dar un giro positivo a sus vidas y quieran beneficiarse de las inmensas ventajas que tiene el efecto compuesto


Referencias:


 
 
 

Comments


Commenting on this post isn't available anymore. Contact the site owner for more info.
bottom of page